El Marco
viernes 13 de marzo de 2020

Eventos no, escuelas sí. Las incongruencias de la prevención del Coronavirus en Córdoba

Pese al riesgo que implica, la Provincia no suspende la actividad educativa.

De nuestra redacción

El día de ayer el Ministerio de Salud provincial comenzó a implementar el Protocolo de Abordaje Covid-19. Como acción preventiva se alertó a la población sobre síntomas y recomendaciones para evitar la propagación del virus que ya fue declarado pandemia, a través de todos los medios de comunicación y canales gubernamentales de prensa. Paralelamente, se instó a los municipios a cancelar cualquier evento de concurrencia masiva que estuviera programado para las jornadas venideras e instrumentar medidas de control sobre actividades públicas y privadas, reservándose la potestad de pedir autorización previa y dejarlas sin efecto.  

En el transcurso del día, diferentes instituciones dieron aviso del cese de sus actividades por tiempo indefinido. Los museos cerraron sus puertas al igual que salas de cine y centros culturales, locales bailables y bares, todo bajo la estricta solicitud de evitar la aglomeración de personas en un mismo espacio físico.

Lo llamativo de semejante despliegue sucedió también este jueves cuando, consultado por la prensa sobre la posible interrupción de la actividad escolar, el ministro de Salud de Córdoba, Diego Cardozo, afirmó: “El único motivo por el cual se pueden suspender las clases es que detectemos un caso sospechoso en algún lugar en particular, pero no (se suspenderán) las clases en forma masiva”.

De esta manera, durante cinco días de la semana, cientos de miles de niños/as, jóvenes, docentes y auxiliares se congregarán en espacios comunes, utilizarán el transporte público y volverán a sus casas de manera ininterrumpida hasta que un posible caso de Coronavirus sea detectado.

Es importante resaltar que, tal como el propio Gobierno de la Provincia ha puesto en conocimiento, el riesgo de contagio es muy elevado una vez que los síntomas aparecen. Por esa razón, se ha determinado que quienes ingresaron al país luego de haber estado en zonas de peligro permanezcan dos semanas en cuarentena, independientemente de la presencia o no de signos de infección.

En contraste, desde Nación resolvieron postergar una semana el inicio de las clases en la Universidad Nacional de Córdoba al tiempo en que el Congreso evalúa solicitar al Ejecutivo “el cese de actividades en establecimientos educativos en todos los niveles, inicial, primario, secundario, terciario y universitario durante un mínimo de 15 días”.

Frente al estado de alerta y preocupación que los propios gobiernos han instalado en la población, resulta contradictorio -y negligente- que el Ministerio de Salud de Córdoba recomiende limitar cualquier actividad social pública y privada de concurrencia, y paralelamente decida exponer al contagio a miles de personas todos los días en las aulas.